La reforma de las pensiones no es sino un nuevo ataque a los intereses de las clase populares: que no el último ataque. Esta larga y profunda crisis está sacando de nuevo a la luz el conflicto social irreconciliable entre los intereses de la mayoría y los intereses del capital. Sin haberse ido, vuelve el enfrentamiento de clase: el Estado es cada vez menos un escenario de consensos sociales o agente redistribuidor de la riqueza y es, cada vez más claramente, un instrumento para imponer el programa de las elites económicas. El talón de hierro de la burguesía. Se trata…