Comunicado de Anticapitalistas
A pesar del evidente fracaso económico y democrático de las políticas neoliberales impulsadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), este organismo insiste en los ajustes estructurales y la austeridad en el gasto social, como medidas para la estabilidad económica, mientras otorga créditos que solamente profundizan en la dependencia y vulneran la soberanía de los pueblos. Ecuador está atrapado en una profunda crisis económica y el Presupuesto General del Estado registra un déficit desde los últimos años del gobierno de Correa: 44.300 millones de dólares en 2014 a 37.600 millones en 2016, al tiempo que ha aumentado el endeudamiento público. Las últimas condiciones del FMI incluidas en el «paquetazo» recortan hasta en un 20% los salarios de contratos temporales, exigen aportaciones por el equivalente a un día de salario mensual de trabajadoras y trabajadores públicos y la eliminación del subsidio al diésel y la gasolina, todo ello en detrimento de los derechos laborales y un aumento en el coste de la canasta básica que afecta directamente a las clases trabajadoras.
A pesar de ello y del rechazo por parte de los sectores populares frente a estas medidas, el pasado 1 de octubre el Gobierno de Lenin Moreno anunció desde Quito la supresión de las subvenciones al combustible a través del Decreto Ejecutivo 883. Desde entonces, sectores populares e indígenas se han volcado a las calles en protestas y movilizaciones masivas. Además de la represión, la respuesta del Gobierno ha sido decretar el estado de excepción por 30 días, lo cual le ha permitido establecer zonas de seguridad, despliegues policiales y militares y la censura de los medios de comunicación en todo el país.
Frente a la represión del Estado, las clases trabajadoras, campesinas e indígenas y el movimiento estudiantil han respondido con más organización de base y una decidida movilización popular a escala de todo el país. Sus exigencias son claras: un total rechazo a las medidas impulsadas por el FMI, la revocación del Decreto 883 y la dimisión de Moreno. El Frente Unitario de Trabajadores (FUT), central obrera más importante de Ecuador, ha convocado a Huelga Nacional y paros para aumentar la presión, mientras que bajo la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) los distintos pueblos indígenas y originarios se mantienen en resistencia y han desplegado movilizaciones a lo largo y ancho del país, aunque concentrando su presencia en Quito. Su lucha, que viene de largo recorrido, se enmarca en un rotundo rechazo al modelo extractivista impuesto por el capitalismo internacional a los países periférico.
En paralelo, existe un poco creíble llamado al diálogo de los sectores conservadores y el propio Gobierno quien, trasladado a Guayaquil a causa de las protestas, sigue manteniendo que «no hay marcha atrás» frente a las medidas y en especial, en lo que concierne al Decreto 883. Además, desde el martes 8 de octubre se ha declarado un toque de queda para garantizar «el orden, la tranquilidad y la seguridad» y mientras, la retórica del gobierno justifica la escalada de la represión con argumentos confusos sobre un supuesto intento de golpe de Estado organizado por Correa y Maduro. A ocho días del estado de excepción y a pesar del cerco mediático, los medios ecuatorianos de contrainformación reportan 7 muertos, incluyendo un dirigente del CONAIE, 83 desaparecidos, más de 800 personas detenidas, periodistas encarcelados y medios de comunicación intervenidos.
Por ello, desde Anticapitalistas nos posicionamos decididamente a favor y en apoyo de los sectores trabajadores e indígenas actualmente en resistencia contra las medidas neoliberales y el Gobierno de Moreno. La respuesta es clara: A más represión, más organización y poder popular… ¡más solidaridad obrera e internacionalista!
Repudiamos y denunciamos la brutal represión del Gobierno ecuatoriano y la violencia contra la población movilizada por parte de las fuerzas del Estado, así como el cerco mediático que invisibiliza y acalla las demandas populares legítimas del pueblo ecuatoriano.
Apoyamos de manera inequívoca a los pueblos indígenas y originarios en Ecuador y en toda América Latina que lideran las resistencias y luchas contra el sistema capitalista cuya cara depredadora se manifiesta en el extractivismo de los territorios, los recursos naturales y los cuerpos.
¡¡Nuestra solidaridad con el pueblo ecuatoriano, en resistencia contra el neoliberalismo!!