Consideraciones y propuestas de Anticapitalistas ante la consulta de Podemos del 14 al 16 de abril de 2016

14/04/2016
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El resultado de las elecciones del 20 D fue un gran avance para las fuerzas del cambio -Podemos, las confluencias En Comú Podem, En Marea y Compromis, así como las candidaturas impulsadas por IU- pero también fueron evidentes los límites de lo conseguido. Dada la correlación de fuerzas y la situación política creada, la disyuntiva para las fuerzas del cambio era prepararse para hacer la oposición a un gobierno de gran coalición de las fuerzas del régimen o comenzar a preparar las mejores condiciones para afrontar una nueva convocatoria electoral.

Como venimos planteando las últimas semanas, era y es necesario comenzar a preparar una “segunda vuelta” electoral en la que Podemos supere al PSOE, haciendo retroceder aún más a los partidos del régimen y abriendo la posibilidad de hacer una propuesta de gobierno de cambio que no sea encabezado por los mismos de siempre.

 
Las llamadas negociaciones

En estos meses hemos conocido una serie de movimientos enfocados a neutralizar a las fuerzas del cambio, bien integrándolas en la lógica de la gobernabilidad, bien destruyéndolas. Podemos ha intentado obligar al PSOE a posicionarse del lado del cambio, sin éxito.

Si algo nos demuestra la experiencia real es que no hay gobierno favorable a l@s de abajo encabezado por el PSOE. El PSOE es un partido vinculado a las élites y a los poderes económicos, a pesar de que históricamente haya tenido el apoyo de sectores amplios de las clases populares. El 15M rompe esa relación y Podemos se ha basado en esa ruptura para construirse como fuerza electoral. Nuestra apuesta sigue siendo trabajar para que Podemos pueda encabezar un gobierno con un programa que aplique mejoras concretas y urgentes, como la derogación de la reforma laboral, el aumento del gasto social, programas de empleo público que combatan el desempleo y otras reformas que mejoren la vida de la gente. En el Estado Español existen dos campos polarizados: el campo del cambio (Podemos, IU, las confluencias) aún con sus límites y el campo del régimen, con sus diferentes expresiones. Es decir, una salida de la crisis favorable a la gente trabajadora o favorable a las élites. Eso es lo que está en juego cuando hablamos de gobierno.

El juego ha terminado. Por un lado, el PSOE ha mostrado su verdadera naturaleza como garante de la estabilidad de los de arriba. Por otro lado, los poderes económicos y mediáticos claman por “soluciones de Estado”. Es la hora de preparar una nueva batalla política contra quienes desean que nada cambie para que todo siga igual.

 
Posición ante las preguntas

El pasado viernes 8 la dirección de Podemos anunció una consulta abierta a las personas inscritas en Podemos para dirimir la posición ante las negociaciones que se han venido produciendo las últimas semanas. Consideramos que estos elementos de participación son positivos y que deben reforzarse en el necesario camino hacia la democratización efectiva de Podemos. Pero también entendemos que la consulta plantea límites tanto en formas como en los tiempos en que se ha convocado. Si bien la primera es clara y refiere a unos términos conocidos, reales y delimitados, la segunda encierra en su formulación un elevado grado de generalidad y ambigüedad que impide la repuesta. Los referéndums deben plantearse sobre situaciones reales y con claridad inequívoca en los términos de las preguntas. Por ello ante el referéndum convocado planteamos:

1. A la pregunta «¿Quiere un gobierno basado en el pacto Rivera-Sánchez?», llamamos a votar con un NO rotundo y masivo, que coloque a Podemos como alternativa clara de cara a la “segunda vuelta” electoral.

2. Y ante la segunda: «¿Estás de acuerdo con la propuesta de gobierno de cambio de Podemos-En Comú Podem-En marea?» consideramos que es una pregunta que ahora no procede. Es una cuestión que no está en el orden del día. Y, además, se plantea tarde: debía haberse formulado hace dos meses antes de lanzar los primeros pasos tácticos que anunciaban un cambio en las posiciones que hasta entonces había mantenido Podemos: recordemos que durante la campaña electoral, respecto a la cuestión del gobierno, se planteó que solo estaríamos en un gobierno encabezado por Pablo Iglesias. En estos momentos resulta retórica pues no puede materializarse. ¿Con Pedro Sánchez situado en el campo del régimen y rehén de los poderes económicos? Los referéndums deben hacerse para vincular a los dirigentes a decisiones concretas.

 
El horizonte

Por nuestra parte no consideramos que los denominados gobiernos de “progreso” con mayoría social-liberal puedan suponer un gobierno favorable a los intereses de la mayoría social y mucho menos si en los mismos hay presencia de posiciones netamente neoliberales. Con ese gobierno la Troika impondría sus condiciones. Tampoco consideramos un gobierno de cambio aquel que enfoque su acción a regenerar / reformar la institucionalidad. Nuestra apuesta es la que hemos venido manteniendo y que está en el ADN de Podemos: trabajar por la ruptura democrática en el horizonte todavía no inmediato (pero irrenunciable) de la apertura de los procesos constituyentes. Podemos no debe entrar en un gobierno rebajando su programa, sino que debe trabajar para construir una relación de fuerzas en lo social que le permita aplicarlo. Y por supuesto, apoyar e impulsar, como se viene haciendo en los parlamentos autonómicos, todas las medidas concretas que mejoren la vida de la gente.

Ahora nos toca ponernos a trabajar por reforzar y ampliar el bloque del cambio. En el caso de que las fuerzas del régimen acabaran formando un gobierno de “gran coalición”, cosa difícil a día de hoy, la principal tarea será impulsar un amplio movimiento de defensa de los intereses populares y democráticos en abierta oposición desde la calle y las instituciones al dictado de la Troika. Si finalmente se produce una nueva convocatoria electoral, hipótesis muy plausible, la labor más importante en los próximos días es crear las condiciones de una gran confluencia de todas las fuerzas del cambio en el ámbito estatal y en cada una las naciones y territorios para ganar las próximas elecciones generales y autonómicas. Podemos, IU, En Marea y En Comú Podem, así como las candidaturas populares y los Ayuntamientos del Cambio y las organizaciones sociales tenemos ante nosotros/as una posibilidad y una responsabilidad que no podemos dejar pasar.
 

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