Este orgullo celebramos un paso más para hacer realidad la ley trans. Ayer lunes se aprobó en el Consejo de Ministros el anteproyecto de la ley trans, celebramos que por fin vaya a ir al Congreso y estaremos a pie de calle para que la ley finalmente salga adelante. La ley supondrá un avance fundamental pero quedan otras conquistas por lograr, desde el reconocimiento de las personas no binaries a la inclusión de todes las personas migras, los derechos de la infancia y adolescencia trans, y de políticas específicas y reales en empleo, vivienda, sanidad, etc. La aprobación de la ley trans es una batalla fundamental, pero sabemos que la lucha es larga.
Estamos de celebración porque la aprobación ley trans supone un pulso a los sectores más reaccionarios que estamos ganando. Ante un escenario internacional de escalada de la extrema derecha, respaldada por un neoliberalismo conservador que necesita del cisheteropatriarcado para salir de una crisis larga y profunda. Sus privilegios se sostienen pulverizando nuestros derechos. Sus beneficios crecen a costa de nuestras vidas, precarizándolas, encorsetándolas en normas de género y cuerpos imposibles. Cualquier victoria frente a ellos es una victoria de todes.
Ningún paso atrás frente a sus agresiones. En Oslo se ha suspendido la marcha del orgullo por miedo a un posible nuevo atentado contra la comunidad LGTBI, tras el ataque en un bar LGTBI de la ciudad que dejó dos muertos y más de 20 heridos.
No hace ni dos semanas veíamos como la comunidad LGTBI volvíamos a ser estigmatizades, criminalizades y patologizades, al darse casos de la llamada viruela del mono en nuestra comunidad. Una vez más, como pasó hace décadas con el VIH, han vuelto a señalarnos.
Hace solo unos días, en EEUU, el Tribunal Supremo anulaba la sentencia de 1978 que garantizaba el derecho al aborto, dando vía libre a los ultraconservadores. Un paso atrás en el derecho de las personas gestantes, mujeres cis y trans, a decidir sobre su propio cuerpo, sobre su sexualidad y su maternidad. Un paso atrás en el derecho de autodeterminación del propio cuerpo, lucha que compartimos feministas y LGTBI. Que nadie nos engañe. Somos aliades.
Por eso seguimos luchando, reivindicando este día, frente a quienes amenazan nuestros derechos y libertades o pretenden convertir el orgullo en mercancía. Reivindicamos un orgullo que dé protagonismo a les más invisibles. A las trans, a les no binaries, a les intersex e intergénero, a las bi, a las lesbianas. A todas aquellas identidades y orientaciones que se alejan del modelo cis, hombre, blanco, rico y sin diversidad funcional. Nuestro orgullo es el de las de abajo, el de las travestis y trans, mujeres, negras, puertorriqueñas, trabajadoras sexuales, que se enfrentaron a la policía en Stonewall y que han estado en primera línea de la lucha por las libertades sexuales desde su inicio, y que siguen en primera fila, abriendo el camino. Nuestro orgullo fue y es una revuelta que defiende todo aquello que odia el sistema.
Reivindicamos visibilidad, reconocimiento, derechos, que no queden en nada, que no convierta nuestros derechos en mercancía al alcance solo de unos pocos, que se hagan efectivos para todes. Por ello exigimos:
1/ Despatologización de las personas trans, de las intersex e intergénero, por el derecho de la autodeterminación de nuestros cuerpos y géneros que pasa por una atención integral garantizada por lo público, desde sanidad a educación.
2/ Educación afectiva y sexual en las escuelas pero también en los centros sanitarios de atención primaria, en los centros cívicos y sociales de cada municipio, desde una perspectiva laica, feminista, no binaria, inclusiva e interseccional.
3/ Atención integral y acompañamiento a las personas LGTBi+ frente a las agresiones, desde servicios específicos 24h.
4/ Políticas específicas de empleo, contra el acoso y la lgtbifóbia, contra la exclusión de las personas trans, que vaya acompañada un marco laboral que no precarice nuestras vidas y avance en el reparto de todos los trabajos reduciendo la jornada laboral.
5/ Medidas específicas para el acceso a la vivienda, que posibilita para muchas salir poder del armario, dificultado por la precariedad o el estigma social que supone tener pluma, ser visible.
6/ Derogación de la ley de extranjería, que recorta el derecho al asilo y refugio de quienes huyen de la persecución por ser LGTBi+, porque todas tenemos derecho a vivir y trabajar donde queramos, a rehacer nuestras vidas, porque ninguna persona es ilegal.
