Comunicado de Anticapitalistas
Estamos immersas en una situación preocupante alrededor del mundo. La austeridad se asienta, las políticas xenófobas y de excepción se generalizan y las violencias misóginas aumentan en todas las esferas. En este contexto se ha abierto un nuevo ciclo de movilizaciones feministas. La huelga en Polonia o Argentina, el papel de las mujeres en el Rif o la women’s march del año pasado son sólo algunos ejemplos de como las mujeres de todo el mundo están levantando un dique y una alternativa a la depredación capitalista.
Las políticas de austeridad en el Estado Español han cronificado y acentuado la brecha salarial y el reparto desigual de los trabajos en general. Las mujeres soportamos mayores cargas de trabajo no remunerado y nos mantenemos como asalariadas de segunda categoría asumiendo la mayoría de los empleos parciales. Además, acarreamos pensiones bajísimas que nos estancan en la pobreza. Cada vez más a menudo se cometen casos de feminicidios, violaciones y otro tipo de violencias contra las mujeres. Mientras, grupos conservadores y neo-machistas con apoyos mediáticos y judiciales tratan de atenuar, invisibilizar o incluso justificar estos casos generando dobles y triples violencias hacia las mujeres agredidas.
Por ello, los procesos de auto-organización de mujeres que estamos viviendo son fundamentales para combatir esta situación. La construcción de base de una huelga es siempre un proceso de empoderamiento de las oprimidas que construye otras relaciones sociales basadas en el apoyo mutuo, contra las lógicas individualistas y de competitividad. Pero además, permite poner de manifiesto quién realmente hace funcionar la sociedad frente a quienes sólo se aprovechan de nuestro(s) trabajo(s).
Pero la de este 8 de Marzo no es una huelga cualquiera. Las mujeres tenemos una presencia masiva en todas aquellas esferas que son sistemáticamente invisibilizadas. Esta huelga busca mostrar al mundo que esas esferas existen, y que lo hacen en situaciones de precariedad y miseria. La de este 8 de Marzo es una huelga feminista: una huelga para parar los cuidados, el consumo, los estudios y el empleo.
La huelga feminista, sin embargo, ni empieza ni termina el 8 de marzo. Este 8M cristalizará todo el trabajo acumulado en este ciclo feminista en general y en particular el trabajo de estos últimos meses por parte del movimiento feminista. Queremos que esta huelga feminista sea la primera de muchas más en el Estado y alimente las huelgas internacionales iniciadas el año pasado. Sabemos que la lucha por la emancipación de las mujeres y por una sociedad radicalmente feminista es una lucha de largo aliento, por ello profundizar y dar continuidad a la construcción de la huelga feminista tras este marzo es algo fundamental.
¡Si somos invisibles producid sin nosotras, el 8M las mujeres paramos el mundo!